El fundador de la pàgina que volia censurar el PSC-BCN contra els violents

Indignación entre los indignados

Las acciones de una minoría de irresponsables ante el Parlament de Catalunya, la institución democrática que representa a nuestro pueblo, nos guste o no, [1] han sido una muestra de profunda indignidad e insensatez política.
Manuel Márquez | Fundador de Kaosenlared | 16-6-2011 a las 7:41 | 2642 lecturas
Las acciones de una minoría de irresponsables ante el Parlament de Catalunya, la institución democrática que representa a nuestro pueblo, nos guste o no, [1] han sido una muestra de profunda indignidad e insensatez política.

Atacar a personas indefensas, sean políticos, indignados, banqueros o trabajadores, aprovechando las movilización de miles de personas, que muestran su indignación y rechazo a una política económica, que sólo sirve a los intereses de los mercados y no al pueblo trabajador, ni es aceptable, ni comprensible, ni se puede defender.

La actuación de grupos de infiltrados y provocadores -que como hemos defendido siempre, deben ser expulsados de cualquier manifestación que organice el pueblo-, no es nada nuevo en las manifestaciones [2], por lo que este hecho no justifica ninguna acción -ya de por si injustificable; la violencia sólo favorece a los poderosos- sino todo lo contrario, muestra como es necesaria la sensatez frente al brutalidad del poder. Ayer, una mayoría la tuvo, pero la minoría insensata fue la que apareció en los medios de comunicación del capital. Y como era de esperar, muchos de estos medios, sólo resaltaron las absolutamente minoritarias acciones violentas (increíbles, si son ciertas como intentar robarle el perro guía aun parlamentario ciego, pero de que manicomio se han escapado estos tipos) y no la actitud de la mayoría, ni de algunos en particular que en el tumulto defendieron a los diputados de agresiones verdaderamente graves, si la masa se hubiese descontrolado. Uno se pregunta si alguien en su sano juicio podría esperar algún apoyo al movimiento del 15-M, por parte de los que defienden esta democracia limitada, si es así que piense que ha caído en el colmo de la absurdidad política.

Los que seguimos esa delgada línea roja que viene desde lo más remoto de la historia humana y que ha inflamado el corazón de los explotados sometidos siglos y siglos a la violencia y miseria por parte de las minorías déspotas seguimos soñando con la libertad y la justicia social. Por eso queremos cambiar el mundo y, como bien sabemos todos no es tarea fácil, ni que se haga en una mañana ante un Parlament, democrático formal capitalista, que representa los intereses y, está al servicio, de la clase dominante representada por el capital.

Eso se hace construyendo la mayoría y con el apoyo del pueblo trabajador, que es quien la conforma. En este contexto histórico, las fuerzas de la libertad, el cambio y el socialismo (en sentido muy amplio) ayer perdimos la batalla mediática, la de la opinión pública y eso no ayuda a construir ese nuevo espacio de poder que debe representar los intereses de las clases populares, sometidas en estos momentos a situaciones de crueldad e injusticias extremas.

No hay nada que objetar a las fuerzas políticas parlamentarias, ellos han sido elegidos democráticamente. Aunque ellos, como nosotros sabemos las limitaciones que tiene esta democracia, que hace prácticamente imposible el acceso de las minorías a los medios de comunicación, por no decir imposible, por eso creamos Kaosenlared (2001). Los medios de información están al servicio de sus empresas y estas al servicio de la economía de mercado y el capital y no de los trabajadores. Y estos partidos, sobretodo de los partidos mayoritarios, nada han hecho por solucionar la corrupción, ni el alejamiento de los ciudadanos de la política, es más, han implementado leyes, como la de partidos, que legalizaba ideas y dejaba a miles de personas sin derecho a participar. 

Así, esa minoría que pretendía acelerar la construcción de una verdadera fuerza democrática, lo único que consiguió ayer fue frenarla, por carecer del más mínimo sentido común y experiencia política. La sociedad no se cambia eliminando a los engranajes de la máquina, se cambia dominando la máquina y sustituyéndola por otra si se tiene el apoyo de la mayoría de la sociedad: los trabajadores.

Entre lo que nosotros, por lo menos el indignado que habla, cree que los cambios se dan en la calle, en el parlamento, en la fábrica, en la escuela, pero siempre junto al pueblo trabajador y no aislado de este. Los partidos del sistema están controlados por sus aparatos y son escasamente democráticos por eso nosotros debemos construir no sólo un partido democrático, que también según mi punto de vista, sino construir una nueva democracia.

Debemos agrupar a los ciudadanos, la mayoría trabajadores precarios, añadirse a este movimiento democrático para que utilice la calle como contenedora de soberanía permanente, pero que sea capaz de pasar de ésta a los parlamentos, para allí defender los intereses del pueblo frente a los de la minoría explotadora representada por el capital y su clase gobernante, sino todo este movimiento nuestro no será más que un brindis al sol.

Post scriptum:
Algunos, comentaristas, parecen no entender que estamos en momentos muy difíciles, en guerras de cuarta generación, es decir en guerras mediáticas y, en estas no podemos permitirnos ningún error, son batallas que una vez perdidas te llevan al basurero de la historia por muchos años y de forma irremediable.
Nosotros/as   podemos escribir y hablar para un público militante, podemos decir que nos acompaña la razón histórica,   incluso tener dejarnos arrastrar por viejos planteamientos teleológicos (no de TV, que son los que la mayoría tiene) y creer que nuestras acciones nos llevan un final previsible y que es de “los caudalosos ríos de leche y miel” que dice el himno de FSLN. Todo eso simplemente no sirve para nada, es un brindis al sol, sino tenemos unos objetivos políticos claros, definidos por todos y entre todos (pero definidos aunque sean pocos), un funcionamiento democrático, una organización que represente al colectivo y una política de comunicación eficiente.

Los que a estas alturas siguen defendiendo que todo vale, frente al totalitarismo capitalista (asesino, inhumano, injusto, criminal, ecocida, etc...) no entienden absolutamente nada, no entienden que la opinión pública, profundamente mediatizada y controlada por el poder es muy difícil de ganar y, casi imposible de mantener a tu lado, si no actúas midiendo al milímetro tus movimientos.

El capital y sus medios de comunicación lo saben y ayer ¡Nos dieron sopas con hondas!. Justamente eso es lo que quieren los poderosos esos que nos roban, que nos criminalizan, que   ganan elecciones y gobiernan contra nosotros y por si fuera poco nos aíslan del pueblo trabajador. Esa es la estrategia más vieja de la historia, “Dejar al pez sin agua”, decían cuando la aplicaron con éxito rotundo los gringos para reprimir a todos los movimientos políticos o   guerrilleros de América latina y del resto del mundo.

No voy a explicar cómo las gentes de la izquierda abertzale ha iniciado un nuevo camino, ni como este ha sido coronado con el éxito, todos ustedes conocen la experiencia que está en marcha, pero como bien deben saber ellos han demostrado, tras años de represión, ilegalización y barbarie que escuchas al pueblo y te lo ganas y este está contigo o estás muerto.

Lo siento mucho yo soy de los que piensa que sin el pueblo trabajador no vamos a ningún sitio y el pueblo no acepta la violencia (por muy mínima que sea) y quien no entienda eso no ayuda al construcción de cualquier movimiento que intente agrupar fuerzas, sumar indignados y crear una mayoría capaz de disputarles la hegemonía social al capital y a sus agentes. BILDU lo ha comprendido y ha dejado con un palmo de narices a las fuerzas del sistema, eso sí que les ha molestado, y contra eso ellos sí que van a utilizar todas las armas de que dispongan, pero son muchos y muchas la que ya han entendido que frente a la brutalidad del capital, el pueblo tiene la inteligencia y va a tener a la mayoría. Si cuando esto ocurra la minoría explotadora no acepta a la mayoría democrática, sabrá muy bien el pueblo y sus organizaciones resolver el enigma no les quepa la menor duda.

Hay una canción del cubano, Carlos Puebla que dice: “Los vietnamitas son pequeñitos, son pequeñitos si, pero con unos corazones así de grande así” y otra que recordaba aquello de Angola refiriendose a los negreros, la CIA, los USA y los chinos que, “tenían tanques y cañones y fusiles y morteros, pero nunca tuvieron lo que les sobra a los angoleños”. Pues nosotros y nostras como los vietnamitas, pequeñitos y dignos pero como recordaba otro cantante Salvadoreño: “Porque saben que aun pequeños junto (juntos!!) somos un volcán” y entonces no habrá gigante verde que nos pueda detener.

Quien lucha no pierde decimos en kaosenlared, quien lucha con la inteligencia menos. Nosotros y nostras nacimos para ganar junto a la mayoría el pueblo trabajador...
¡Con el pueblo todo, sin en pueblo nada!

Notas 

[1] Como todos y todas sabemos este Parlamento autonómico fue escogido por un numero significativo de ciudadanos, evidentemente, los diputados allí representados no coincide en su inmensa mayoría con mi ideología, democrática, anticapitalista y marxista heterodoxa. Pero este hecho lamentablemente no les resta legitimidad dentro de la democracia formal capitalista en que vivimos. Evidentemente que en el capitalismo, la libertad, la justicia y la democracia son imposibles, pero mientras que la mayoría, la gente común, no lo entienda así, debemos trabajar en él y en la calle para ganar la hegemonía social e ideológica. Por otra parte para uno, que ya hace años que no cree en vanguardias, si es que algún día creyó, siempre es mejor una democracia formal, elegida por una mayoría equivocada, pero que puede a cambiar de opinión, que el gobierno de una minoría fanática que se perpetúe en el poder y dispuesta todo para mantenerse en el mismo.

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